Disfrutar del pasado, es vivir dos veces..Hoy estoy aquí para recordarte tu pasado,
te propongo que cierres los ojos y pienses en tu infancia,
recuerdes el aroma de la casa de tus abuelos,
el olor del cabello de tu madre, los besos de buenas noches de tu padre, las peleas y los juegos con tus hermanos, la intensidad del
amor en la adolescencia, la ilusión en la infancia;
recuerda algo, lo que quieras, pero siéntelo..¿Lo has hecho?
Ahora estás en disposición de entender,
que de lo que te vengo a hablar hoy, es de la nostalgia..
Sentir nostalgia no tiene edad ni cultura, tanto los adultos como los niños lo hacemos y probablemente con mayor frecuencia de lo que creemos.
En realidad esto no es nuevo para nadie, porque somos perfectamente conscientes de que, de vez en cuando lo hacemos y somos capaces de hacerlo con total naturalidad. Sin embargo, lo que sí que es relevante es la razón por la que recurrimos al anhelo y el efecto que tiene en nosotros..
El pasado es la antesala del futuro..
Recrearse en los recuerdos contribuye a serenar el estado de ánimo, elevar nuestra autoestima y fortalecer nuestras relaciones interpersonales.
La nostalgia es una fuente de equilibrio y bienestar psíquico. Sí, parece que aunque en ocasiones suframos por ello, rememorar y sentir intensa y vívidamente esos recuerdos, es una manera de mantenernos en forma emocionalmente.
Además, la nostalgia nos tiende un puente entre el pasado y el presente, lo cual nos ayuda a percibir la continuidad de nuestro yo, y ser conscientes de que compartimos muchas cualidades con la persona que fuimos.
La nostalgia produce esa
sensación, de que el ayer y el hoy se funden en uno..De todas formas, no siempre la nostalgia ha tenido esta connotación tan variada; si atendemos a la etimología de la propia palabra, nos daremos cuenta de que deriva de los términos griegos -nóstos (regreso) y álgos (dolor)- y por tanto, en sentido literal describe el dolor que produce el deseo de regresar al pasado.
Hoy en día, asociamos esto a múltiples conceptos
positivos como recordar viejos tiempos felices que nos hacen sonreir.Es posible que en más de una ocasión, te hayas torturado anhelando un tiempo anterior en el que te acompañaba una persona significativa que ya no está a tu lado, pero es probable que cuando recuerdas tu infancia te sientas bien y sonrías para tus adentros.
No obstante,
quiero aquí hacer un apunte,
y decirte que un tipo de recuerdos
recurrentes que debes dejar a un lado, es el de los errores; si te equivocaste no te empeñes en regresar,
no tiene mucho sentido para ti y precisamente no te hace sentir bien.Pero recordar.. también
puede convertirse en algo altamente
destructivo, para una persona que
está muy triste o deprimida.¿Por qué?
Porque experimentará sus recuerdos, de forma muy compleja y desatará en sus pensamientos un agravio comparativo, que le hará entrar en un circulo vicioso. Al contrario de lo que contábamos antes, puede hacerle sentir que el pasado está muy lejano y que, en comparación con la persona que fue, ahora es un verdadero desastre.La distancia temporal percibida, será la razón por la que estas personas se sientan peor cuando recuerdan algo positivo, lo que lo alejará cada vez más de la realidad.
Por esta razón, si te sientes triste o sabes de alguien que esté pasando por un mal momento, o que -viva en el pasado-, intenta eliminar esa tendencia a recordar -un tiempo feliz-.
«Con esto quiero decirte que,
aunque la intención es buena,
puedes hacer mucho daño intentando
levantar el ánimo de alguien triste recordándole
momentos felices.»Además, como seguramente habrás pensado en alguna ocasión, tendemos a ser más nostálgicos cuando nos sentimos tristes y turbados.
Precisamente esto se debe a dos razones,
una negativa y otra positiva.La primera es que podemos etender a ese recuerdo como:
-Cualquier tiempo pasado fue mejor-
solidificando así, la base del sufrimiento y derrotándonos.La segunda, sin embargo cumple esa
función positiva, elevando nuestro bienestar si
atendemos a los recuerdos que nos den un motivo para realzar nuestro ánimo.—También hemos dicho que rememorar puede ayudarnos a fortalecer nuestros vínculos.
Recordarás lo que te une a los demás, lo importante y valioso que eres para ellos y lo significativo que resultó tu apoyo o el suyo, para lograr superar ese bache.
Nadie estaba tan cerca
de esa persona como tú, ¿verdad?Con todo ello, dar rienda suelta a nuestros recuerdos, puede hacernos mucho bien, pero tenemos que poner especial cuidado en que éstos, no sirvan para hundirnos más si es que nuestro estado anímico no es bueno.
La nostalgia no sólo nos proporciona bienestar, sino que también posee un efecto preventivo, para protegernos de los pensamientos negativos que nos turban.
Puedes acudir a tus recuerdos, para calmar tu mal humor, para relajarte, para sonreír y para darte motivos para seguir creando otros tantos y bonitos recuerdos.
Abre tu álbum de fotos, y relee viejas cartas,
encuentra el lugar que corresponde a tus recuerdos,
y no dejes que se pierdan en el olvido, porque están ahí para hacerte feliz..!
Artista-Nancy-Franke