134. Cooperar incondicionalmente con lo inevitable


Experiencia personal:

Después de aquel bombazo..!

Unos días antes…
Me recuperaba de una severa bronquitis, y ya estando bien de salud, me dediqué a hacer mi vida normal, todo parecía estar bien.. pero el viernes un suceso nos estremeció.

La fuga de un ducto de Pemex, fue aprovechada por unas 500 personas para robar el combustible.

La televisión y los noticieros pasaron todo el día las escenas, la gente estaba como en un frenesí sacando el combustible, unos metidos hasta la cintura en aquel baño de gasolina, cuentan que algunas personas ya estaba mareadas, desmayadas o vomitando por aquel olor.

De pronto vino la -explosión-, unos quedaron en el mismo lugar calcinados, otros corrían como antorchas llenas de lumbre, muchos quedaron aturdidos y sin ropa, ya el viernes empecé a llorar y con un nudo en la garganta no podía toser, era nuevamente un malestar en todo el cuerpo, cabeza, ojos, oídos, y lloraba de todo, (que si veía un árbol, lloraba, que si veía un niño, lloraba, que si veía a un quemado, lloraba, que si era un familiar del quemado, lloraba, etc..) en fin que lloraba por todo…!

Mas de 130 muertos, 65 desaparecidos (calcinados) y 34 personas mas que aún permanecen en hospitales.. por quemaduras de 3er. grado en el 90% de su cuerpo, resultado de la corrupción.

Que hacer ante lo inevitable…?

Dicen que a la vida hay que mirarla a los ojos..
Una manera de decir que hay que aceptar lo que nos depare.. que no siempre va a ir todo bien.. que si trae alegrías, ilusiones y sorpresas, también trae sinsabores, sustos y decepciones. Lo mejor es aceptar el desafío y llevárselo todo: besos, abrazos, comienzos, finales, triunfos y fracasos..

Intentar evitar el luchar con lo inevitable,
esto solo causa sufrimiento y dolor.
Mejor intentar que fluyamos con lo que el momento trae, aceptando los sucesos a medida que vayan apareciendo.

Razonar es siempre difícil… y que más da, si al final de todo,
podemos entender lo que la vida nos quiere decir…

– – – –

El secreto de la serenidad es:
— Cooperar incondicionalmente con lo inevitable —

El místico jesuita, Anthony de Mello, dijo una vez:
“La iluminación de nuestro ser, es
el resultado de la cooperación absoluta
con lo inevitable.”

Esta frase me hace reflexionar.
Me parece que significa vivir de un
modo en el cual estamos completamente abiertos
hacia la vida tal y como es.

Alinearnos con lo que está aquí y ahora, es una manera de practicar presencia. Nos ayuda a actuar en la vida con creatividad y compasión. De esta manera creamos una apertura mediante la cual podemos conectarnos con la inteligencia universal, el amor universal, dejándolo fluir por nuestro ser.

Cuando la espiga está alineada con la corriente, ésta fluye a través de ella. Cuando nos alineamos con el fluir de nuestras vidas, hay una sabiduría universal, un amor que fluye a través nuestro que nos conecta con nuestra naturaleza eterna.

Alinearnos con el fluir de
la vida, es parte esencial de nuestra práctica de
meditación de conciencia.

De qué maneras perdemos nuestra
conexión con el fluir de la vida?

Reflexión:

Mientras volvía a casa el otro día en mi automóvil noté lo siguiente. Tengo la costumbre de ir a una cierta velocidad. La persona delante mío iba despacio, demasiado despacio según yo. Ustedes conocen esa sensación ¿no es verdad?

Yo no iba de prisa, no es que tenía una cita o un vuelo que tomar. Aún así empecé a sentirme impaciente y ansiosa. Con todo mi ser quería ir más rápido y no estaría contenta hasta que la situación cambiase.

En aquel momento hice una pausa mental. Me di cuenta que estaba luchando contra el momento presente e intenté dejar ir ese deseo.

Este es un ejemplo pequeño de lo que sucede de varias maneras en nuestra experiencia humana. Nos quedamos trancados pensando que la felicidad no es posible, sino hasta que cambien las cosas. Por ende, nos causamos tremenda infelicidad a nosotros mismos porque continuamente demandamos que las cosas sean diferentes.
—/—

Es interesante darnos cuenta, cómo sucede esto o de dónde proviene el sentimiento. Me parece que es resultado del condicionamiento social en relación a lo que nos trae felicidad. Crecemos creyendo que necesitamos ciertas cosas para ser felices.

Por ejemplo decimos: “Si me dieran esa posición…si ganase tal monto…si sólo pudiese vivir en tal sitio… entonces sería feliz.” También pensamos:
“Si sólo estuviera más saludable.. delgada.. musculoso.. cambiase de jefe o pareja.”
La lista nunca termina.

Pasamos la vida esperando a que nuestra situación mejore para poder sentirnos contentos. Mientras sigamos pensando que nuestra felicidad depende de los eventos externos de nuestra vida, los cuales cambian continuamente, siempre estaremos esperando el momento perfecto.
—/—

— Cooperar con lo inevitable —

Cuento:
«Hacia el final de su vida, Mulla Nasruddin declaró que siempre había sido desdichado, pero que de repente un día se había vuelto feliz.

Toda la gente del pueblo estaba extrañada de que un hombre que siempre había estado deprimido, que siempre había visto el lado oscuro de las cosas, de pronto se hubiera puesto alegre.

El era un hombre que siempre había sido pesimista, que siempre había buscado las espinas y..

—Una vez hubo una excelente cosecha en el jardín de Nasruddin.
Había tantas manzanas que los árboles estaban sobrecargados.

Un hombre en el vecindario se preguntó si Nasruddin podría tener ahora alguna queja, y preguntó:

«Esta vez la cosecha es tal que lloverá oro.
¿Tú qué piensas, Nassrudin?»

Con gran lamento Nasruddin dijo:
«Todo está bien pero,
¿dónde conseguiré manzanas podridas para
alimentar a los animales?»

Un hombre así, siempre sigue siendo miserable:
¿Dónde conseguiré manzanas podridas para
alimentar a los animales.?
Todas las manzanas estaban buenas,
ninguna estaba podrida; ésta era su dificultad.!

—De repente un día este hombre se puso feliz, y entonces la gente del pueblo tenía curiosidad. Ellos le preguntaban, «¿Estás feliz, Nasruddin? ¿Cuál es el secreto?».

Nasruddin dijo:
«He aprendido a cooperar con lo inevitable.
Después de muchos años de lucha, he llegado a darme cuenta de algo. Ahora he decidido que lo que debe ser, debe ser. Ahora coopero con lo inevitable, así que ahora no hay razón para ser desdichado. Ahora soy feliz».
—/—

Hemos olvidado el lenguaje del bienestar, hemos olvidado el sabor de la alegría. Nos hemos acostumbrado a que las cosas nunca salgan tan bien. Estamos muy familiarizados con la miseria, el dolor, la oscuridad, el sinsentido, toda la tragedia de la existencia humana. Nos ha calado hasta los huesos, la sangre y la médula; la aceptamos como si ésta fuera nuestra naturaleza. Si las cosas salen mal, eso parece normal.

Si las cosas no salen mal, entonces pensamos que algo debe estar mal, -¿cómo es que las cosas están saliendo tan bien.?.

Lo natural es que las cosas salgan bien; y para que éstas salgan bien no se requiere ninguna razón. Cuando estás sano no vas al doctor para preguntarle:
Doctor, ¿qué me pasa? Estoy sano.!
Vas al doctor cuando no estás sano, cuando estás enfermo.

Cuando la gente es joven no pregunta:
«¿Cuál es el significado de la vida?»
Su juventud, su energía desbordante, es suficientemente significativa e importante. Todavía son capaces de amar, todavía son capaces de bailar, de cantar, de celebrar, la muerte todavía no ha ensombrecido su vida..

Cuando una persona pregunta: «¿Cuál es el significado de la vida?», ésta es la pregunta de un hombre muerto -que aún respira, cuyo corazón aún late, pero es como un robot.

Toda la poesía, todos los arcoíris han desaparecido.. ya no hay amaneceres, la noche parece eterna..

Pero cuando estás vivo, cuando la muerte está lejos, más allá del horizonte de tu visión, ¿a quién le importa el significado de la vida? -la vives, la tienes, la cantas, la bailas-.

Está en cada respiración,
está en cada latido de tu corazón.!

Qué pasaría si pausáramos
y nos alineáramos con el fluir de la vida..?

Qué pasaría si nos moviéramos
con el flujo de lo que sucede en este momento..?

Qué significaría
esto en tu vida aquí y ahora..?


Artista-Christine Mitzuk

2 pensamientos en “134. Cooperar incondicionalmente con lo inevitable

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