150. Las plañideras en el año 2020


Llorar es desagradable.
Nos deja con los ojos hinchados y, si las lágrimas
brotan en el momento inapropiado, queda la persona quizás
con un poco de vergüenza por haber cedido a un impulso inexplicable e infantil.

Pero no hay que preocuparse si la emoción te invade. Los expertos aseguran que, de vez en cuando, derramar algunas lágrimas es todo lo que necesitamos para recomponernos ante la tristeza o la frustración.

Narración:

En defensa de un buen
llanto y otras opciones para desahogarse.

En México, como en otros lugares que celebran el -Día de Muertos- para recordar a los difuntos, la festividad fue trastocada por la pandemia (COVID) año 2020: los cementerios estuvieron cerrados, los desfiles se cancelaron y muchas familias no lograron reunirse con sus seres queridos. Lo cual les quitó a muchas personas la oportunidad de llorar de manera colectiva a sus fallecidos.

Pero eso no impidió que un pueblo adaptara su tradicional concurso de -∗ Plañideras a la era virtual-, invitando a los participantes a llorar a moco tendido… en video.

Esa ciudad se adaptó a la pandemia, por lo que decidió poner en línea su tradición anual de seleccionar a la mejor -Plañidera- del país, y en el proceso les dio a los mexicanos la oportunidad de compartir un llanto sanador y catártico.

∗ Plañideras: mujeres que se alquilan para
llorarle a un muerto aunque no sea de su familia.

San Juan del Río, Querétaro, ubicada en el centro de México, se toma muy en serio la visión única del país sobre la muerte, la cual se acepta como parte de la vida.

Una de sus principales atracciones es el Museo de la Muerte.

Y otra su concurso anual de -Plañideras-, creado para honrar la antigua práctica de contratar mujeres para que se presenten y lloren en los entierros, y eso atrae a cientos de espectadores.

Normalmente, las concursantes se turnarían para llorar en vivo frente al público, pero los riesgos sanitarios planteados por este acto eran demasiado altos. El virus (COVID) ha matado a más de 92.000 personas en México y los casos siguen aumentando.

Después de consultarlo con el patrocinador del concurso, una funeraria local y el Instituto de Cultura, Turismo y Juventud Municipal anunció el mes pasado que aceptaría inscripciones en video por correo electrónico.

Se invitó a las participantes a enviar videos en los que aparecieran llorando durante un máximo de dos minutos para ser evaluadas por un panel de jueces. Veintisiete concursantes enviaron sus videos, el doble del número de participantes del año pasado.

Muchas de las participantes adoptaron un enfoque melodramático al grabar sus dos minutos de llanto correspondientes frente a una tumba y llorar y gritar con la energía de una estrella de telenovela.

Otras se decantaron por un estilo humorístico, como una mujer de Aguascalientes que estalló en llanto por el aparente inicio de su menopausia, dedicándole sus lágrimas a su ausente periodo.

1.- Una de las concursantes, una actriz,
lloró profesionalmente cerca de una tumba.

2.- Otra repetía “apenas lo vi ayer” entre sollozos.

3.- Y otra más, en lugar de inspirarse en un ser querido,
no tuvo mejor idea que pensar en este año 2020 para, como muchos de nosotros tal vez, echarse a llorar desconsoladamente.

4.- Una mas decía: “Siempre fuiste bien puntual”, se lamentó.
“Y un día, sin avisarme, ya no volviste”.

Durante años, el concurso estuvo dominado por un dúo de madre e hija que con regularidad ganaban el primer lugar. Sin embargo, no participaron ese año, lo que dejó el premio disponible para nuevas participantes de todas partes de México.

Princesa Katleen Chávez Arce, de Baja California, obtuvo el primer lugar y ganó un premio en efectivo de unos 164 dólares. Chávez, quien es actriz, nunca había llorado de manera profesional. Pero este 2020, dijo, le proporcionó mucha experiencia como amateur.

Tras mudarse a Ciudad de México para intentar actuar en cine, la pandemia acabó con sus oportunidades laborales. En septiembre se rindió y regresó a casa.

“Me llegó la crisis”, comentó.
“Entonces sí, lloré y estuve como una semana sin hacer absolutamente nada”.

En el video de Chávez, muy bien producido, la actriz comienza riéndose para luego hacer una transición a un sollozo mientras contempla la tumba de un fallecido cerca de su ciudad natal.
“Le pedí permiso antes de hacer este ejercicio”, afirmó.

En segundo lugar quedó Ma Silveria Balderas Rubio, cuyas hijas se enteraron del concurso en línea y la convencieron de que participara. Silveria, de 58 años, dijo que pretendió ser una de las dolientes inconsolables que ha visto en funerales, para lograr transmitir la emoción suficiente.

“He asistido a entierros
donde la gente llora así, y tiene sentido, pero pues
no puedo llorar así”, dijo Silveria.
“Lloro, pero no así”.

Su actuación, grabada con un celular en una sola toma, planteó un dilema para los jueces. Por un lado, el video era lo más simple posible, grabado en una mísera habitación sin ningún ataúd visible en el encuadre tembloroso. Sin embargo, el llanto de angustia y la respiración hiperventilada de Silveria, junto con sus palabras insistentes que repetían: “Apenas lo vi ayer”, parecían muy reales.

“Es muy casero el video y solo llora”, señaló Juan Carlos Zerecero, un profesor de teatro local que fungió como jurado en el concurso. Sin embargo, dijo, esa es la idea. “Eso es lo que les estamos pidiendo, ¿no?”, dijo. “Pues entonces a mí me pareció que está llorando de una manera muy veraz”.

Silveria mencionó que luego de ver el video deseó haber hecho algo más dramático con su cuerpo, como otras concursantes que “se lanzaron a la tumba, se agarraron al ataúd y cosas así”.

Quizás la participación con la que fue más fácil identificarse fue la de Brenda Anakaren Torres Villarreal, quien le dedicó su video de llanto al año 2020. “Torres Villarreal, de 31 años, roció a su camarógrafo con desinfectante antes de quitarse un cubrebocas y gritar sobre cómo este año nos dejó “deprimidos, sin trabajo y en cuarentena”.

Su inspiración, dijo, fue la inconcebible cantidad de horrores que ocurrieron este año. “Sin lugar a dudas, uno de los peores que hemos vivido”, sentenció. “Si no le lloras a 2020, no le lloras a nada”.

Sin embargo, su intención no fue regodearse en el dolor sino reírse de toda esta miseria, dijo Torres Villarreal.

“Los mexicanos tenemos la capacidad de siempre encontrarle la comedia a lo más trágico”, dijo. “Como dicen, encontrarle el lado bueno, aunque no tenga”.

Nota:
Debido a la “tradición” solo convocaron a mujeres a la competencia, aunque afirmó que la ciudad estaba abierta a permitir la participación de llorones masculinos.

“Sin lugar a dudas 2020,
un año de los peores que hemos vivido”, dijo.
“Si no le lloras a 2020, no le lloras a nada”.

Llora un poquito.
Y luego sécate las lágrimas y sigue adelante.

Acuéstate en posición fetal,
come un helado, llama a un amigo: en esta época difícil,
se vale perder el control (de manera razonable).

Artista-arunas rutkus

 

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