Relato:Aquel día, yo venía muy enojada,
estaba fastidiada y todo me molestaba.!Mi actitud en el consultorio era quejosa y poco productiva.
Detestaba todo lo que hacía y tenía.
Pero sobre todo, estaba enojada conmigo.Aquel día sentía que no podía soportar -ser yo misma-.
Soy una tonta— dije (o me dije), — Una reverenda tonta.!
Creo que me odio..
—Te odia la mitad de la población de este consultorio.
La otra mitad te va a contar un cuento.!—/—
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