(experiencia personal)

Cuando aprendí a monitorear mis pensamientos,
me di cuenta, que existía la posibilidad de modificarlos
y crear emociones muy diversas.

Si sentía miedo…
Analizaba, qué era lo que lo había desencadenado, y esa emoción
la localizaba en mi cuerpo,
y procuraba retenerla, describiendo la sensación.

Podía describirla sintiendo de que tamaño era, si era fría o caliente, si era obscura o clara, si era dura o suave y que sensación provocaba en mi cuerpo:
(hormigueo, punzadas, dolor constante, ardor, temblor, quebranto, etc..)

Incluso había ocasiones que parecía la bajada de la montaña rusa,
o la subida o bajada de un elevador.

Fue curioso, porque eso me enseñó a «desdoblarme»,
es decir; -una era la que sentía las sensaciones-
y otra la que -observaba-.
Me di cuenta, que no era -yo- la que sentía,
sino que solo lo sentía -mi cuerpo-.

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