Testimonio:
Cuando volví con Benet a Eslovenia,
ya me esperaba con las manos abiertas, toda la familia.
Esto era, después de unos once años de vida en España, toda una experiencia de aprendizaje. Volví con mi hijo Benet, que tenía un comportamiento especial, y que por esto le solían decir -un hijo de necesidades especiales-.
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